Anoche se presentó en el salón de los espejos del Ayuntamiento, como viene siendo habitual, el cartel de la Semana Santa de este año, obra del autor malagueño afincado en Granada Armando Pareja Tello.
Armando ha realizado anteriormente obras para nuestra Semana Santa, destacando el cartel del año 2007 de la cofradía del Cautivo que representaba al Cristo de cuerpo entero a tamaño natural, de esta clase fue la pintura que realizó para la Congregación de Mena del Cristo de la Buena Muerte que preside el salón de tronos de la corporación. También son de su autoría un estandarte de la cofradía del Sepulcro y otro para la hermandad del Cautivo.
La obra ha roto con la tónica de los últimos años del cartel de Semana Santa, donde se representaba una imagen de alguna hermandad. Era deseo del artista realizar una composición genérica que representase la Semana Santa malacitana. Y finalmente ha representado nada más y nada menos que el futuro de nuestra Semana Santa, 6 niños nazarenos y 2 chaveas acólitos con la cruz-guía de la Agrupación como motivo central, plasmando la diversidad de estilos cofrades de nuestra Semana Santa en los distintos hábitos de cada uno de los infantes.
En definitiva, un cartel original y con mucho simbolismo de fondo y muy pero que muy entrañable.
Extraigo algunas de las palabras del presentador del cartel, Jesús Castellanos, Vicepresidente 3º de la Agrupación de Cofradías de Semana Santa:
... en la obra que ahora descubriremos, sin dejar de lado su singular manera de expresarse artísticamente, Armando Pareja nos invita más que a contemplar a reflexionar sobre nuestra Semana Santa y sus cofradías. Es, por decirlo de alguna manera, más que el anuncio de la Semana Santa que llega, un retrato de las que estarán por venir.
Tal vez por ello, nuestro autor no se ha preocupado en retratar a ninguna imagen procesional porque lo que le ha interesado decir es que nuestra Semana Santa no es una fiesta sustentada exclusivamente en sus valores artísticos, ni anclada en el pasado, sino que se trata precisamente de una celebración viva, trasmitida de generación en generación, que es vivida comunitariamente por todas y cada una de nuestras cofradías y de sus hermanos siendo como un gran sumatorio de ilusiones y de voluntades. Que la Semana Santa, aunque coincida con el primer plenilunio y el equinoccio de primavera no es una fiesta cuya explicación sea astrológica sino que tiene como núcleo central el misterio de la cruz. Un cartel donde el autor, por encima de los múltiples elementos que le han servido para componer la obra, no ha querido convertirlo en un cartel anecdótico sino fundamentalmente simbólico donde prime el mensaje por encima incluso de la propia técnica pictórica.
La diversidad de las Cofradías malagueñas: las de barrio y las del centro, las serias y las más alegres, las nuevas y las tradicionales todas unidas en la misma celebración. La pervivencia en el tiempo de estas instituciones, que son ya más de cinco siglos, y el futuro que día a día andamos construyendo. Pero también el cartel nos sugiere algo tan importante como considerar a las cofradías como trasmisoras y como escuelas no sólo de tradiciones, por muy bellas que sean, sino sobre todo de la fe que confesamos.
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